
Todos tenemos una historia que nos dolió. Una traición, una herida, una palabra que dejó marca. Este episodio no es solo para hablar del dolor… sino para comenzar a soltarlo.
Jesús no solo nos pidió perdonar, nos mostró como. Nos enseñó que amar incluso al que nos falla es el camino para vivir en libertad.
Perdonar no es justificar… es liberarte. Es elegir no cargar con cadenas que no te pertenecen.