"Todo se arreglará cuando deje mi trabajo"
"Seré más feliz cuando consiga reinventarme"
"Mi trabajo es la fuente de mis males... cuando lo deje seré feliz"

Y cualquier frase relacionada con estas... es una mentira.

Esto es lo que mucha gente piensa y se lanza de lleno a un proceso de cambio.

Del cual solo puede obtener dos resultados: que se la pase dando vueltas sin saber qué hacer porque... nada "la haría feliz" o dos, que intente muchas y que a largo plazo, acabe dejándolo.

Vamos a dejarlo claro: tú no vas a ser más feliz a la larga, ni todo en tu vida se arreglará... cuando cambies tu trabajo (o te reinventes)

Puede ser que al principio te sientes más contenta, todo fenomenal, hasta que vuelva el estrés, el mal rollo, empieces a pensar que te has equivocado, que igual por ahí no era... y vuelta a empezar.

Y tal vez tengas parte de razón.... por ahí no era.

Pero es que de desde el lugar donde estás haciendo el cambio y la manera en la que lo haces, tú no puedes saber si un sitio es o no.

Tal y como estás decidiendo, lo más probable es que tu historia se repita una y otra vez... a menos que cambies el único factor que no has cambiado.

¿Cuál es? te lo cuento en el episodio de hoy.

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