
El diseño de software es una disciplina fundamental dentro de la ingeniería de software, encargada de establecer los cimientos para que una aplicación sea eficiente, mantenible y escalable a lo largo del tiempo. La correcta implementación de los principios de diseño permite reducir la complejidad, mejorar la calidad del código y facilitar su evolución, reduciendo el riesgo de errores y el costo asociado a cambios futuros.