
La tensión acumulada y las preocupaciones pueden hacer que nuestras pulsaciones se aceleren, que nos mareemos o, incluso, que nos cueste respirar. Y esto produce temor a quien lo experimenta. Una sensación de falta de control al percibir estos síntomas, llegando a sentir miedo a los mismos, llevando a experimentar un bucle de re experimentación (miedo/síntomas/miedo)
A través de este ejercicio de profundización, realizamos una exposición a la sensaciones corporales, perdiendo el miedo a las mismas
La exposición a la interocepción disminuye la frecuencia de ataques de pánico hasta su completa desaparición.