
Hoy respondemos a la duda de una seguidora (¡gracias, Polisémica!): ¿es verdad que las editoriales prefieren comprar sobre proyecto, es decir, que no exigen leer el manuscrito completo? ¿Sucede con todos los géneros? ¿Ha cambiado la situación el los últimos años? Y lo más importante: ¿cuál es la mejor opción para los autores?