
Eclesiastés es uno de los textos más lúcidos y desconcertantes de toda la tradición bíblica. Lejos de ofrecer consuelos fáciles o promesas espirituales tranquilizadoras, mira la vida de frente y se atreve a nombrar su fragilidad, su repetición y sus límites. “Todo es hebel”: vapor, aliento, algo que no se puede retener.
En este episodio reflexiono sobre la sabiduría sobria de Qohelet: una mirada que no cae en el nihilismo, pero tampoco en la fe ingenua; una espiritualidad adulta que acepta la ausencia de garantías sin renunciar por ello a la alegría. Frente a la obsesión por el control, el éxito o la acumulación, Eclesiastés propone algo mucho más radical: aprender a habitar el presente, disfrutar de lo que tenemos —el trabajo, el pan, el amor, el día que hoy se nos da— sabiendo que nada nos pertenece.
Este capítulo dialoga con el existencialismo, la filosofía del absurdo y la sabiduría antigua, para explorar qué significa vivir con lucidez en un mundo que no siempre responde a nuestras expectativas de sentido.
Este es el último episodio de la temporada de Mis Píldoras de Conciencia.
Retomaremos el podcast con la segunda temporada a mediados de enero. Gracias por vuestra atención.