
Después de años frente a las cámaras, Liza ha aprendido que el éxito más grande no está en los reflectores, sino en reencontrarse con uno mismo.
Su historia es la de una mujer valiente que ha enfrentado pérdidas, enfermedades y decisiones difíciles —como su lucha contra el Síndrome de Asia. Hoy, Liza nos abre su corazón para hablar de sanación, maternidad, propósito y de cómo aprendió a abrazar su autenticidad sin miedo.