
Bienvenidos al episodio donde sacamos nuestros traumas… pero con risas de fondo porque llorar es muy 2020. Hoy contamos anécdotas vergonzosas, caóticas y emocionalmente cuestionables, pero todo con buen humor (y cero terapia profesional, obvio).
Aquí venimos a reírnos de nuestras desgracias, aceptar que la vida nos dio puro material de comedia involuntaria y recordar que si no lo cuentas, te come por dentro… y si lo cuentas, mínimo da risa.
Ponte cómodo, respira hondo y prepárate para decir: “JAJA… pero qué fuerte”.