Durante mucho tiempo pensé que no podía concentrarme porque tenía demasiadas cosas que hacer.
Pero la verdad era otra.
No era falta de tiempo ni de disciplina… era ruido mental.

En este episodio te cuento cómo descubrí que la concentración no se entrena con fuerza de voluntad, sino aprendiendo a estar presente.
Hablo de lo que pasa cuando vivimos en piloto automático, buscando soluciones afuera, sin darnos cuenta de que el problema está en el ruido interno.

Cuando dejé de intentar concentrarme, empecé a poder hacerlo.
Porque la atención no se fuerza, se recupera.

💭 Quizás vos también pensás que no podés concentrarte.
La pregunta es: ¿qué parte de vos está pidiendo silencio?

🚀 Si quieres que personalmente te ayude a dejar de procrastincar, tener una productividad con sentido y establecerte metas claras MIRÁ ESTE VIDEO 👉 bit.ly/metodo-faro-yt