Un ejemplo de esto ante lo personal es: si un hombre me falta el respeto diciéndome algo incorrecto, mi actitud debe ser no reirme, ni ofenderle, sino correjirle seriamente para que vea que aún hay mujeres con dignidad. Otro ejemplo de este es no rebajarme al nivel de alguien que esta protestando por algo, sino ser pacificador y responderle en amor y con la verdad, mostrando dominio propio. Ante lo impersonal un ejemplo es que si quiero casarme y tener una casa frente al mar o lago y toda remodelada, y querer cocinarle a mi esposo en una cocina linda, como casi todas desearíamos, pero me caso y no puedo tenerla aún porque no hay ese dinero; si tengo carácter no me voy a estar quejando y volviéndolo loco para que trabaje más para que haga dinero y tener la casa que quiero, tampoco voy a dejar de cocinar hasta tenerla, sino yo misma decirme y cumplirlo: Eso no! n No voy a quejarme, no voy a hacer berrinches de capricho, sino que debo ser agradecida con lo que Dios me dio y considerar a mi esposo con mi servicio y animarlo luchando a su lado para lograr nuestras metas, entonces Dios nos va a dar lo que tanto soñamos.