
Un líder herido, hiere Y difícilmente podremos encontrar una realidad diferente para todos aquellos hombres y mujeres que sustentan posiciones de liderazgo, ya sea ministerial o secular. Al sentirnos heridos, siempre buscaremos un desahogo, un lugar donde aquietar nuestra alma y obtener la sabiduría para manejar toda situación que nos cause desequilibrio y confusión. ¡Toda situación que vuelva abrir la herida! ¿Dónde encontraremos ese desahogo? ¿En qué lugar aquietaremos nuestra alma? ¿Quién nos proporcionara esa sabiduría?