
Llegas a Zoar y te das cuenta que es un lugar pequeño; una tierra donde es el anonimato, una tierra donde parece que todo está muerto y no pasa nada. Al llegar a Zoar empiezas a quitar todas las máscaras, todo escudo, todo lo que hay falso de ti, todas las mentiras que el diablo dijo de ti.
No nos damos cuenta que el Zoar es cambiar tu perspectiva y eso es vivir en Romanos 12:.