
Se dice que algunos huesos de uno de los dedos de Buda fueron enviados
como regalo al emperador de China durante la dinastía Tang. Más tarde fueron olvidados y luego
encontrados en 1981.El hallazgo fue una sensación para los budistas de todas partes, y ahora
muchos budistas visitan los huesos. Bueno, el asunto es que si alguien afirma haber encontrado
un dedo que pertenece a Cristo, ningún cristiano le creería porque nuestra fe se basa en el hecho
de que no hay ningún dedo que encontrar: Cristo resucitó de entre los muertos. Lucas, quien
trabajó diligentemente para poner en orden las cosas dichas respecto a Cristo, desde su
nacimiento hasta su ascensión a los cielos, escribió dos libros, y en el segundo habló de las
“pruebas indubitables” respecto a la resurrección de Cristo (Hechos 1:3). ¿Qué es una prueba
indubitable? Se define como “pruebas que dan un resultado que no deja lugar a dudas, que es
incuestionable y totalmente seguro”. Es un hecho comprobado por el tacto, por la vista y por la
historia. Cuando hablamos de la resurrección de Cristo, hay pruebas indubitables, porque de
igual manera, hubo testigos que le tocaron, le vieron y la historia de la iglesia respecto a su
crecimiento, tiene su razón de en la resurrección. La resurrección de Cristo es otro de los
grandes poderes de la iglesia de ayer y lo es de hoy. Pablo dijo que si Cristo no resucitó “vana es
nuestra fe” (1 Corintios 15:14). Nos reunimos el primer día de la semana (el domingo), porque
ese fue el día cuando Cristo se levantó de los muertos, y es ese día cuando anunciamos que él
vive y reina con poder para transformar al hombre de su condición de pecado. Las pruebas
indubitables de la resurrección son nuestra más grande esperanza para nuestra salvación. Veamos
cuáles son esas pruebas indubitables de la iglesia.