Te propongo que cuando abras los ojos por la mañana te dediques unos minutos a pensar como la persona que quieres ser, no como la persona que eres. La cuestión es que si ya fueses quien quieres ser, con todo lo que tendrías, en la situación concreta que te rodearía, cómo te despertarías? Qué pensarías, cómo te sentirías? Y cuando lo tengas, para ahí, siéntete así y disfrútalo durante unos minutos. Ahí reside la magia.

Esta acción es mucho más potente cuanto más la vivas y más la repitas, se quedará impregnada en ti y te sentirás más abierto a experimentarlo, porque es lo que realmente quieres sentir, te programas. Hacerlo al despertarte te prepara para un nuevo día más brillante y al acostarte te acompaña para descansar mejor.

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Y recuerda que el propósito de la vida es ser feliz, te acompaño!