
El autor de La invasión de los ladrones de cuerpos (1955) escribió en 1962 El tiempo no tiene límites para el Saturday Evening Post, donde nos presenta a un hombre que ha perfeccionado una máquina que permite a ciertas persona de interés desaparecer sin riesgo de ser detectados. ¿Pero qué sucederá cuando un testarudo representante de la ley finalmente descubra su método?