
¿Por qué todo lo que nos pasa lo convertimos en memes y chistes?
Los mexicanos tenemos fama de tener un gran sentido del humor, pero ese humor muchas veces nace del dolor. Reír puede ser una forma de disfrazar la ansiedad o la desesperanza. Cuando sentimos que nada va a cambiar, que las cosas están fuera de nuestro control, lo único que queda es reírse… para no llorar.
¿No te ha pasado? Terminas una relación dolorosa y, en lugar de apoyo real, tus amigos te mandan memes de relaciones tóxicas o depresión. Lo mismo ocurre a nivel colectivo. Convertimos las tragedias sociales en comedia, y eso tiene consecuencias: cuando no nos tomamos nada en serio, tampoco elegimos con seriedad.