
Tu eres el dueño, la dueña de tu propia empresa, de una empresa que tiene tu nombre, no eres un empleado; eres el propietario. Y los jefes no andan culpando a terceros por el fracaso de su empresa, simplemente se hacen cargo de ello y es lo que tu tienes que hacer con tu vida. Lo que tú no hagas por ti, nadie lo va a hacer por ti.