De muchas maneras hemos interpretado la parábola del hijo pródigo, sin embargo el mensaje que el señor Yeshua (Jesús) quiso transmitir es mucho más profundo de lo que imaginamos. En estos tiempos de tanta apostasía y tantas corrientes religiosas, es necesario que entendamos dónde está realmente la casa del Padre y donde podemos tener una verdadera relación con él. Es el lugar al que él nos invita a regresar y en el que nos espera con brazos abiertos y una gran fiesta con todo lo necesario para nuestras vidas.