
La frontera entre Panamá y Colombia es, desde hace varios años, un peligroso corredor para la migración irregular. Para las personas que lo utilizan, los peligros que enfrentan en su travesía pueden dejar un grave deterioro en salud física, pero también huellas difíciles de borrar en su salud mental. Navil, un migrante indio, nos dijo “sólo puedo decirles que la ruta es muy peligrosa, la mafia está en todas partes, pueden robarte, violarte, hacerte cualquier cosa.