En su reflexión dominical, Monseñor Rafael de Brigard profundiza en la alegría de la Pascua, centrándose en el Evangelio del segundo domingo (Juan 20, 19-31) y la figura de Tomás. Destaca la Resurrección como eje central de la fe y aborda el desafío de creer, especialmente "sin haber visto". Subraya los dones que trae Cristo Resucitado – la Paz que supera el miedo, el Espíritu Santo que da valentía y el poder de perdonar pecados – como elementos esenciales frente a la incredulidad actual. Es una invitación a intensificar la fe personal, reconocer los signos de Dios en lo cotidiano, vivir con gozo y ser instrumentos activos de reconciliación y perdón en el mundo.