
En nuestra vida no siempre se trata de quedarnos en lugares seguros. Jesús muchas veces nos llama a salir de la barca, de nuestras estructuras, para caminar con Él hacia lo desconocido. Este mensaje nos invita a mirar con fe más allá de la tormenta, a no retroceder cuando hay viento en contra, y a confiar en la Palabra del Señor incluso cuando el suelo bajo nuestros pies parezca inestable. Es un llamado a dejar la comodidad y caminar sobre las aguas, creyendo que donde termina nuestra seguridad… comienza nuestra fe. ¿Estás listo para salir de la barca?