
En definitiva que no sentirte valorado o valorada en tu trabajo es causa de muchas emociones negativas y estrés para llevar a casa.
Hay veces en las que la empresa se queda corta en el salario emocional que necesitas y mereces. Y también hay veces en las que eres tú quien se está quedando corto en resultados y/o actitud.
En cualquiera de los dos escenarios, aquí te contamos que puedes hacer al respecto.