
En este episodio de Ruge desde dentro reflexionamos sobre la soledad que duele y el llamado profundo del ser humano a la comunión.
Descubrimos por qué no estamos hechos para vivir solos, cómo la confusión entre amar cosas y usar personas nos roba la plenitud, y por qué la verdadera felicidad nace cuando vivimos para los demás.
La soledad no es el final: es una llamada a amar, entregarnos y vivir desde nuestra verdadera identidad.