
Hey! Este episodio es un susurro al alma herida, una invitación a dejar de huir y comenzar a sanar.
Porque hay dolores que el tiempo no cura… pero el amor sí.
En este nuevo episodio de Santo Remedio hablaremos de las heridas invisibles que cargamos, del perdón que libera, del Dios que repara lo roto con delicadeza, como en el arte japonés del kintsugi, y de cómo incluso nuestras cicatrices pueden convertirse en belleza