
Jeremías 17: pecado grabado en el corazón, dos caminos de confianza, el examen del corazón por Dios, la inutilidad de las riquezas injustas, la oración “Sáname y Sálvame”, y la prueba del día de reposo con promesa de permanencia o juicio. Un llamado directo a confiar y obedecer.