
A veces, la voz más dura que escuchamos no viene de afuera, sino de adentro.
En este episodio te hablo de mi diálogo interno, de cómo muchas veces me he juzgado sin darme cuenta, y de lo importante que es aprender a hablarte con amor.
Nadie puede escucharte tanto como tú misma, por eso vale la pena cuidar esa voz que te acompaña todos los días.
Si este episodio te hizo pensar, compártelo con alguien que también esté aprendiendo a tratarse con más cariño.