
El Salmo 71 nos recuerda la promesa de un Dios que trae justicia para los pobres, defensa para los débiles y paz para todas las naciones.
En este episodio meditamos en la esperanza que nace cuando dejamos que el Señor reine en nuestro corazón y en nuestra vida cotidiana.
Acompáñanos a decir:
“Ven, Señor, rey de justicia y de paz.”
Solo por hoy, que su paz te alcance y su justicia te sostenga.