La teoría de cuerdas defiende que todo el universo es, en último término, una vibración. La vida es, entonces, vibración. Es un concepto muy hermoso porque si la vida es vibración, no se me ocurre nada mejor que la música para celebrar la vida. Y esto es lo primero que quiero explicar sobre mí. Que vivo en la música. Como si fuera un ser anfibio, vivo mi vida sumergido en música y salgo a la superficie de la vida cotidiana, tan llena de ruido, solo cuando es necesario y el tiempo necesario, para luego regresar a mi universo de vibración, de música. Tengo mi música para todo, para toda ocasión y para todo estado de ánimo, convencido de que, en su calidad de vibración, es posible modelar un estado de ánimo desde la música. Y es posible hacerlo, no sólo individualmente, sino también colectivamente. Para alguien que elige música para los demás, no hay nada más hermoso que conseguir una vibración colectiva, al ritmo de la música que has creado, o has elegido, o mezclado. La mayor aspiración para un dj, tiene que ser convertirse en el “chamán” de esa vibración colectiva. ​ Mi universo de música tiene un origen muy clásico, de conservatorio, de canto y de guitarra clásica. De “estudiar” la música, aparte de sentirla. Y desde ahí, siempre con la curiosidad del principiante, he buscado mi santo grial transitando por diversos estilos. Y ya entrado en los 50, he descubierto en la electrónica una nueva e interesante etapa a recorrer. Siempre con la mirada del “rookie”, porque no somos otra cosa en el universo de la vibración y de la vida, que aprendices. ​ Me interesa también mucho la cultura de la electrónica, y nada todo lo relacionado con el show bussiness. Solo puedo entender la música como cultura y creo que se empobrece cuando se enfoca desde el negocio. Cuando el término “profesional” se usa para desmerecer aquello que hacemos por amor o por puro placer, dejamos de ser músicos.​ Y hasta aquí mi autodescripción. Solo quiero añadir que en este poco tiempo que llevo mezclando música he aprendido muchas cosas de los dj’s que me he encontrado por el camino. Músicos geniales con gran corazón. Es un honor para mi compartir el espacio que me brinda Sonica con algunos de mis referentes. De todos ellos he aprendido (y espero seguir aprendiendo) mucho. ​ Deseo de corazón que durante este rato, podamos vibrar juntos con el set, y celebrar la vida.​ Love, music and peace