Todo sentimiento puede ser alimentado y eliminado. Si tenemos un pensamiento que predomina en nuestra mente, podemos alimentarlo con imágenes, canciones, conversaciones respecto al mismo. De la misma forma estos pensamientos pueden ser eliminados al no prestarle atención y enfocando nuestra atención en otro tipo de pensamientos. Si estamos pensando en él/ella, podemos alimentar esas imágenes mentales con canciones, ideas, fotos, y todas esas cursilerías. Sin embargo, como lo comentamos en un artículo anterior, podemos prestar nuestra atención a algo más grande, y enfocarnos en algo que haga que nuestras emociones cambien de dirección. Hablemos del miedo: Algo diferente pasa cuando nos referimos al miedo. Sentimiento odiado por muchos, especialmente por hombres que se pierden en este y que nos aleja cada día de nuestro propósito en la vida: dejar nuestra marca en este planeta. La pregunta es: ¿Cómo matamos de hambre al miedo?