
Haz una pausa y pregúntate: “¿Realmente no tengo miedo al rechazo? ¿O siento algo cuando pienso en que me digan que no?”
Observa en qué momentos sientes más tranquilidad y en cuáles más tensión respecto al “rechazo”.
Practica poner límites, decir “no”, aceptar que otros “no” también pueden estar bien, sin que eso rebaje tu valor.
Y tener una vida muy feliz, saludable y divina”Una vida plena depende más de cómo te relacionas contigo mismo que de la aceptación externa.Alegría, salud y bienestar surgen de autoaceptación, límites sanos y cuidar tu mente y cuerpo, no de la aprobación de otros.Aprender a recibir un “no” sin que sacuda tu autoestima es un paso clave para esa vida “divina” que menciona la frase. #TATINUTRITIPS