
Al tener sobrepeso las consecuencias más comunes son: cambios en el guardarropa, una tendencia a buscar tallas cada vez más grandes y una sensación constante de frustración ante el arreglo personal; aislamiento al no sentirte comprendido por los demás e incluso sentirte juzgado; impotencia por la sensación de no poder hacer un cambio en la realidad del propio cuerpo; enojo y frustración al compararte con personas que no tienen problemas con su peso.