
La belleza vende, pero también puede costar la vida. En los últimos años, cada vez más personas buscan cirugías estéticas como si fueran un servicio rápido y barato. Las redes sociales, los filtros y la presión de la moda han generado un mercado enorme de procedimientos estéticos. Pero lo que muchos no saben es que detrás de las promociones ‘mágicas’, los descuentos irresistibles y las clínicas improvisadas se esconde un problema grave: el intrusismo en la cirugía plástica. Personas sin la preparación adecuada —e incluso sin título de medicina— ponen en riesgo la salud, el bienestar y hasta la vida de quienes solo buscaban sentirse mejor consigo mismos. Hoy hablaremos de cómo este fenómeno se ha convertido en una amenaza silenciosa y por qué debemos estar atentos.