
En la era del scroll infinito, cualquiera puede opinar sobre qué comer, cuándo y cómo… con la seguridad de quien leyó un párrafo o vio un video de 30 segundos. El problema no es aprender en redes: es creer que eso basta para dirigir la salud de todos. Hoy vamos a separar ciencia de ruido, entender por qué los atajos seducen, y construir un plan realista para comer mejor sin caer en modas peligrosas.