
Sin quererlo, Quintun es parte del espectáculo y es obligado a entrar al escenario para hacer el número del “Niño puma”, afortunadamente, logra escapar del circo convertido totalmente en un puma. Corre sin parar, atraviesa pueblos y montañas hasta llegar al bosque donde vive su mamá. El mágico encuentro con su madre lo liberará para poder vivir en paz, junto a los demás pumas.