En este episodio analizamos cómo el crimen organizado en México ha adoptado tecnologías avanzadas, como drones y explosivos improvisados, para fortalecer su capacidad ofensiva y desafiar a las fuerzas de seguridad.
En México, en los últimos seis años se han registrado miles de artefactos explosivos improvisados lanzados desde drones, lo que evidencia una escalada en la sofisticación de las tácticas empleadas por los cárteles.
El uso de drones no solo representa una amenaza directa, sino que también simboliza un cambio en la dinámica del conflicto, donde los cárteles emplean herramientas tecnológicas para ejercer control territorial y demostrar su poderío. Esta evolución en las estrategias delictivas plantea desafíos significativos para las autoridades, que deben adaptarse rápidamente a estas nuevas formas de violencia.
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