
Mantenerse en calma a pesar de la tempestad: el ejemplo del cuadro que ganó el concurso es una bella metáfora sobre cómo lograr la paz perfecta. No es aquella que intenta evitar los problemas y aislarse de los peligros. Sino la que a pesar de los obstáculos, de las tempestades y de los peligros, se mantiene firme y tranquila. Es aquella que no tiene miedo y cree en sus posibilidades. La que le planta cara a la lluvia y al viento y a pesar de ellos, no se mueve.