
«Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba
como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño» (1 Corintios 13:11).
En este pasaje el apóstol Pablo parece señalar las etapas de
crecimiento en el creyente. Los dones fueron dados a la Iglesia para ayudarla en su
etapa de crecimiento, al igual que la revelación del canon del Nuevo Testamento.
Tristemente, muchos creyentes se mantienen siempre niños en su conducta
cristiana.