Sólo Lucas, el evangelista, relata la historia de esta mujer afligida por dieciocho años. Su experiencia de médico lo capacita para representar un diagnóstico tan profesional, y una descripción tan clara del milagro sanador que en ella se operó. La lectura de este relato es suficiente para alimentar nuestra fe, y animamos a confiar en el Señor.
«Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios»
(Lucas 13:10-13).
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