
Bajita, testaruda y con una risa que tentaba a cualquiera. Lita de Lázzari convirtió sus convicciones en una lucha y esa lucha en un vehículo mediático para construir la realidad que ella anhelaba: la mujer como la reina del hogar. Condujo una asociación que tuvo cien mil de miembros, estuvo años al frente un programa de TV que no se parecía nada pantalla, aunque lo copió del exterior, y nos dejó un imperativo que aún hoy se repite: “Camine, señora, camine”.
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Este episodio de #Vidas fue realizado con el apoyo del Programa de Fomento Metropolitano de la Cultura, las Artes y las Ciencias del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires