En este capítulo, Ara y Majo conversan sobre cómo su identidad se ve afectada por hablar dos idiomas constantemente, y cómo sienten que incluso la personalidad varía en consecuencia. Vivir en el extranjero es un reto de por sí, y sentirnos parte del nuevo país en el que vivimos implica aprender los 'slangs' de ese país, interactuando con personas locales tanto como podamos, pero tampoco dejando de lado ese grupo de amig@s latin@s. Aunque encontrar ese balance no siempre es facil, y, al menos para nosotras, es inevitable sentirnos un poco 'cortas' cuando conversamos con personas nativas, ¡es como si fuésemos dos personas distintas! ¿Te ha pasado si es que vives también en un país en donde no hablan tu lengua materna?