
Esta es la verdad más liberadora y, a veces, la más difícil de aceptar. Pasamos años esperando que otros cambien, que el pasado sea diferente o que las circunstancias se alineen para poder ser felices. Pero eso es entregarle el control remoto de tu vida a los demás.La felicidad es un trabajo interno. Al asumir la responsabilidad total de tu bienestar emocional, dejas de ser una víctima de las circunstancias y te conviertes en el creador de tu propia alegría. Nadie puede darte lo que tú no te das a ti mismo.¿Qué harás hoy para hacerte feliz, sin esperar nada de nadie más?