En este capítulo, descubrimos la conexión vital entre nuestro carácter y nuestra fidelidad en los diezmos. Diezmar no es solo un acto de obediencia, sino que también requiere una integridad y responsabilidad personales. La fidelidad en las cosas pequeñas es la clave para que Dios nos confíe más. Además, exploramos otros principios financieros del Reino de Dios, como las ofrendas y las primicias, que nos permiten vivir una vida de abundancia y prosperidad espiritual. Aprende a equilibrar tu carácter y tu fidelidad para vivir una vida financiera responsable y espiritualmente rica.
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