Parecía tenerlo todo: carisma, talento y una vida de película.
Zach Horwitz, conocido en pantalla como Zach Avery, era un actor emergente en Los Ángeles, con una historia inspiradora: un joven que perseguía el sueño de triunfar en Hollywood.
Pero tras esa sonrisa de alfombra roja se escondía un guion mucho más oscuro.

Durante casi una década, Horwitz engañó a inversionistas, estudios y amigos con un fraude piramidal de más de 650 millones de dólares.
Prometía contratos exclusivos con Netflix y HBO para comprar derechos de películas independientes y revenderlos a nivel internacional. Mostraba correos falsificados, acuerdos inexistentes y documentos con sellos oficiales que parecían auténticos.

Mientras los millones fluían, Zach vivía su propio papel soñado: mansión en Beverly Hills, autos de lujo, champán, estrenos y una vida que parecía sacada de El Lobo de Wall Street.
Pero todo era una ficción.
No había tratos, ni contratos, ni licencias. Solo un guion inventado… y un actor que interpretaba el papel de su vida.

En este episodio de WTFraud, exploramos cómo la ambición por ser alguien en Hollywood llevó a un hombre a construir su propio imperio de mentiras, cómo logró engañar a bancos y empresarios durante años, y por qué el deseo de creer en el éxito puede ser más fuerte que la verdad.

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