
Antes de que el mundo gritara “¡Azúcar!”, Celia Cruz ya estaba incendiando escenarios con su voz.
En este episodio, recorremos la vida de la reina de la salsa: desde su infancia en La Habana hasta su exilio, su consagración en Nueva York, y su reinado eterno en la música latina.
Celia no solo cantaba: resistía, celebraba, rompía moldes.
A pesar del racismo, el machismo y el exilio, convirtió cada canción en un acto de libertad. Su voz fue fiesta, fue raíz y fue bandera.
Porque la vida de Celia Cruz no se cuenta en discos: se siente en cada timbal, en cada lágrima y en cada “¡Azúcar!” que todavía resuena.