Cuidamos a todos. A los hijos, a los padres, a la pareja, al trabajo… y a veces hasta a quien no nos ha pedido nada.Pero, ¿quién cuida a la cuidadora?En este episodio hablo de ese cansancio invisible que arrastramos muchas mujeres, de la culpa por parar, del miedo a decepcionar y de la urgencia de empezar a cuidarnos sin pedir permiso.Porque no se trata de dejar de cuidar, sino de aprender a hacerlo empezando por una misma.
Nos enseñaron a contener lo humano: los abrazos, la ternura, el cariño.
Este episodio habla del amor que no decimos y de lo valiente que es atreverse a mostrarlo.
Nos educaron para funcionar, no para ser felices. Este episodio es una pausa necesaria para recordarte que priorizarte no es egoísmo y que soñar, a cualquier edad, es una forma de seguir viva.
A veces el ruido no se nota, porque lo tapamos con más ruido: trabajo, ocupaciones, pantallas.
Y creemos que funciona… hasta que un día deja de hacerlo.
En este episodio hablo de ese momento en el que el ruido deja de anestesiar y aparece el silencio.
Un silencio incómodo, pero necesario, que nos obliga a escucharnos y a hacernos las preguntas que llevamos años evitando.
Quizás no sea el momento de tener respuestas, sino de quedarte ahí, en pausa, observando y respirando.
Porque a veces, el verdadero cambio empieza justo cuando todo se detiene.
En este primer episodio te abro las puertas a mi rincón de calma. Te cuento quién soy, por qué nace Charlas con sentido y qué podrás encontrar en este espacio que invita a bajar el ritmo, escucharnos despacio y sentir de verdad, sin filtros.
Si estas charlas resuenan contigo, suscríbete y acompáñame cada semana en esta conversación que nos debemos.