
¿Crees que ya estás muy viejo para empezar a escribir?
La verdad es que la edad no es un límite, es una ventaja. No la uses como excusa, sino como una fuente de inspiración.
Déjame que te cuente historias cercanas de autores que publicaron sus libros después de los sesenta… ¡y hasta a los ochenta!
Escribir no tiene fecha de vencimiento. Lo único que hace falta es ganas, curiosidad y constancia.