
1209 – Dn 6:16 – Daniel 6. Salvado por el Dios viviente.
Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
Dios controla la política mundial, aun lo que sucede en los gobiernos paganos. Dios puede proteger a sus siervos aun en los días más difíciles que vengan. Daniel con la prueba del foso de los leones en Daniel 6 muestra el poder y la soberanía de Dios y las cualidades de un siervo fiel a Dios: Superioridad, integridad, firmeza, padecimiento y salvación. Daniel ha presentado cinco ejemplos de la soberanía de Dios (Daniel 1–5). Por la fidelidad a Dios hallados diez veces mejores que los demás magos (Dn 1:20). El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes (Dn 2:21). Dios de dioses, Señor de reyes, y revela los misterios. (Dn 2:47). Salvados del horno de fuego por la fe en el poder y la soberanía de Dios (Dn 3:17-18). Teofanía, Cristo pre encarnado, el Dios Altísimo (Dn 3:25-26). Dios Omnipotente, Transcendente (Altisimo, Grande), Soberano, Eterno, Rey, y Señor de señores. (Dn 4:1-3, 37). Dios Altísimo, soberano, Señor del cielo (Dn 5:18,21,23). Ahora presenta el sexto ejemplo en Daniel 6 donde el Dios viviente, eterno, omnipotente, salva sus siervos (Dn 6:20). Dios afirma: “Yo honraré a los que me honran” (1Sa 2:30).
I. La superioridad de Daniel (Dn 6:1-3). “Pareció bien a Darío constituir sobre el reino ciento veinte sátrapas, que gobernasen en todo el reino. Y sobre ellos tres gobernadores, de los cuales Daniel era uno, a quienes estos sátrapas diesen cuenta, para que el rey no fuese perjudicado. Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino.” La superioridad de Daniel no se debia a su inteligencia ni desempeño diligente sino porque había en él un espíritu superior, lleno del Espíritu del Dios viviente. Pablo enseña que la llenura del Espíritu es ser controlado por Él: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” (Gá 5:16).
II. La integridad de Daniel (Dn 6:4-9). “Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él.” Daniel era incorruptible, fiel y diligente al realizar sus responsabilidades. Somos llamados a ser ejemplo “para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.” (Fil 2:15). “Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna para acusarle, si no la hallamos contra él en relación con la ley de su Dios.” (Dn 6:5). Sugirieron al rey Darío que firmara un decreto donde él fuera el único objeto de adoración por espacio de treinta días. El castigo por no cumplir el decreto sería ser echado al foso de los leones. (Dn 6:6-9).
III. La firmeza de Daniel (Dn 6:10-11). Daniel siguió orando como tenia por costumbre: “se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.” La oración de Daniel era con acción de gracias y con perseverancia. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.