En México, los movimientos por los derechos de las personas LGBT+ han logrado visibilizar la diversidad existente sobre identidad de género y orientación sexual, sobre todo, lograron poner el foco público sobre las diferentes formas de discriminación que sufren, así como las violaciones a sus derechos que provienen de las propias leyes.

Los Principios de Yogyakarta son una serie de principios sobre cómo se aplica la legislación internacional de derechos humanos a las cuestiones de orientación sexual e identidad de género. Los Principios ratifican estándares legales internacionales vinculantes que los Estados deben cumplir. Prometen un futuro diferente, donde todas las personas, habiendo nacido libres e iguales en dignidad y derechos, podrán ejercer ese precioso derecho adquirido al momento de nacer.

Pese a reconocimientos legales, en nuestro país siguen existiendo muchísimos casos de discriminación hacia la comunidad LGBTTTIQ+, es por ello que es vital que no dejemos de educar y educarnos en derechos humanos para con ello concienciar a nuestra sociedad de la importancia de luchar contra la LGTBfobia.