
15 Noviembre
San Alberto Magno
San Leopoldo
Sabiduría 18, 14-16; 19, 6-9: “En medio del mar Rojo apareció un camino plano y ellos
brincaron como corderos”
Salmo 104: “Recordemos los prodigios del Señor”
San Lucas 18, 1-8: “Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él”
“Búsqueda de la justicia” podríamos llamar a la parábola que hoy nos narra Jesús. Para Él es
muy claro que hay en el mundo personas injustas y que no es fácil conseguir la justicia. Nos
habla de jueces injustos que no temen a Dios, nos habla de adversarios que se aprovechan de
las viudas, pero también nos habla de caminos para encontrar la verdadera justicia. Cuando
nos sentimos agobiados por los problemas y los actos violentos, una de las tentaciones es la de
ceder al pesimismo y unirnos a una carrera de corrupción. Cuántas veces hemos escuchado la
exclamación que es al mismo tiempo queja y duda: “Si les va mejor a los que se portan mal, ya
estoy tentado también a seguir ese camino”. Pero el verdadero discípulo de Jesús se siente
fortalecido al contemplar a Cristo y su forma de actuar en los momentos de conflicto y de
injusticia. Nunca guardó silencio o permaneció impasible, siempre sembró esperanza y
pronunció sus palabras de denuncia pero también de solución. Rescató a los que estaban en
situación de injusticia: los leprosos, los ciegos, los pecadores, la mujer pecadora, etc. Siempre
devolvió la dignidad a las personas y siempre afirmó que su Padre actuaba con Él. El libro de la
Sabiduría nos presenta hoy un pasaje muy bello que nos narra la actuación de Dios a favor de
su pueblo. Y la principal enseñanza que nos ofrece hoy Jesús es que la oración insistente tiene
un papel muy importante en esta lucha contra la injusticia. Quien no pone delante de Dios
estas situaciones corre el riesgo de tornarse amargado, agresivo e impositivo, porque se
constituye en juez que condena a todos. Solamente poniendo en manos de Dios todas
nuestras empresas podremos buscar verdaderos caminos de justicia. ¿No es verdad que
muchas veces queremos condenar a los que no piensan como nosotros? ¿No es cierto que
consideramos injustos a quienes tienen diversas ideas? Nuestra oración, al mismo tiempo que
pedimos la intercesión de Dios, nos pone en sus manos y nos hace discernir los caminos de la
verdadera justicia. En estos momentos difíciles de crisis, de asesinatos, de injusticias,
acrecentemos nuestros momentos de oración que nos sostengan en nuestra búsqueda activa
de justicia.