Dice Andreu Buenafuente que es imposible estar triste si estás montando en bici o comiendo un helado. Y yo no puedo estar más de acuerdo.
¿Sabes la típica noticia que te dice qué cosa eres según tu personalidad? Pues yo creo que puedo saber cómo es una persona según el helado que pida.
Yo al menos podría hacer un paseo por mi vida viendo cuáles son los helados que suelo pedir.
Los que hayáis nacido en los 90, recordaréis esos helados que el recipiente era la cabeza de un pingüino o la cabeza de Silvestre, el gato de Piolin. Con más interés por el vaso que por el producto, empecé mi relación con los helados.
Pronto descubrí el helado de turrón. Me encantaba su cremosidad y según donde lo comprase, encontrarme algunos tropezones. Quizá no debería contarlo, pero mi padre le añadía un chorreón de Whisky y sin que se diera cuenta, yo iba bautizando mi helado.
Con la adolescencia llegué al helado de Kinder hasta atiborrarme y aún hoy sigue siendo mi placer culpable.
Pistacho, piñones y miel, cuajada… El helado es la expresión del buen gusto.
Con lo poco que conozco de ella, diría que Paloma Cremades es un helado de mantecado. Tradición, malagueño, finura y siempre vigente. Es la menor de cuatro hermanos que llevan a sus espaldas el peso de un clásico de Málaga: los helados Cremades.
El 19 de marzo reinauguraron su local en El Palo con una imagen nueva de marca espectacular.
Con Paloma Cremades abrimos La Lata.
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REFERENCIAS DEL PODCAST
A babor
El Candado Golf
Eslava (Sevilla)
El caleño
Makian beach
Araboka
Misuto
Marisquería la Playa
Taberna Monroy
La tortilla de patatas de La baguette
Los callos en Taró
Tiki
Cuando llegan las musas (Raúl Cremades y Ángel Esteban)
Tartratos
Escucha aquí la playlist de Enlatados: https://open.spotify.com/playlist/406ZDmKpEB2mOMaPnqsxOp?si=5731bedee10742d6
@heladoscremades